sábado, 7 de abril de 2012

BRUNELLESCHI Y SU CÚPULA

Empezó a construirse en 1296, con la dirección de Arnolfo di Cambio. Tras su muerte, el potente gremio del Arte de la Lana, que tenía la responsabilidad de controlar las obras, contrató primero a Giotto, que se preocupó sobre todo de la torre, y, luego, a Francesco Talenti, que modificó una parte del proyecto original de Arnolfo di Cambio. En 1380 se terminaron las tres primeras arcadas y la cubierta de las tres naves.
En 1420 se empezó a construir la Cúpula, que es el imponente y armonioso símbolo de la ciudad. Filippo Brunelleschi (quien venció a Ghiberti en un concurso para realizar la cúpula), primer arquitecto renacentista, para la construcción, tuvo que enfrentarse no sólo a problemas artísticos, sino también técnicos. Las tradicionales estructuras no eran suficientes para soportar el excesivo peso de la Cúpula (27000 toneladas). Brunelleschi, después de años de estudios, inventó un nuevo y genial método de mampostería que le permitía a la cúpula autosostenerse durante la construcción. Este innovador sistema se basaba en una composición de ladrillos que se cruzaban, la pared a soga. El resultado fue una doble bóveda autoportante. La cúpula se terminó en 1436 y fue consagrada por el papa Eugenio IV, aunque la fachada estaba sin terminar. El revestimiento actual, con decoraciones de mármol policromas blanco, verde y rosa, fue realizado por Emilio de Fabris a finales del siglo XIX.




Pero, ¿qué tenía esta cúpula de tan sorprendente?
Brunelleschi tuvo una idea genial bajo el modelo de las grandes arquitecturas romanas, como la monumental cúpula del Panteón, que de joven había estudiado y rediseñado a fondo, concibió una cúpula octagonal de autosusutención, que, por ende, no necesitaba ninguna cimbra, a construir con materiales diferentes: piedra abajo, donde la curvatura es mínima, para obtener más resistencia, y ladrillos arriba, porque son más livianos. Además, la imaginó doble, formada por dos casquetes superpuestos, el orientado hacia dentro de un espesor de más de dos metros y el externo de sólo 80 centímetros.



Una vez terminada, la cúpula se manifestó inmediatamente como algo extraordinario jamás visto.
Dos años después de la conclusión de la cúpula, en 1436, se realizó la linterna de coronación, de mármol blanco, con lo cual la altura total de la cúpula pasó de 91 a 114 metros, una altura impresionante, no sólo para su época.
Brunelleschi murió en 1446, pudiendo ver su obra prácticamente terminada, excepto algunas decoraciones que se agregaron a posteriori. Naturalmente, supo desde siempre haber hecho una obra de arte y de ingeniería única en el mundo.





curiosidades:


Si quieren tener una bonita y completa vista de la ciudad de Florencia tendrá que preparar sus piernas para subir los mas de 400 escalones,




pero su falta de respiración cuando llegue arriba no será por el esfuerzo sino por el maravilloso espectáculo que tendrá frente a sus ojos. Toda una ciudad renacentista a sus pies.



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