sábado, 9 de junio de 2012

LEONARDO DA VINCI 



Leonardo de Vinci no sólo fue un gran artista, sino también un científico e investigador incansable. Muchos de sus diseños siguen asombrándonos hoy en día,  a pesar de haber sido creados hace más de 500 años.

Leonardo da Vinci, nació en la población de Vinci en Italia en 1452, así que Vinci no es su apellido, como podríamos pensar, sino su pueblo natal.
De su infancia no se conoce mucho, pero si nos guiáramos por sus intereses en la vida adulta, seguramente pensaríamos que él fue un niño muy curioso, a quien le gustaba dibujar y a quien le inquietaba saber cómo funcionaban las cosas.
Su padre quería que él estudiara leyes y que trabajara como representante en el exterior de las poderosas familias que manejaban el comercio en Florencia.
Así que recibió instrucción en las 4 ciencias más importantes del momento: aritmética, geometría, astronomía y música. Muy pronto su profesor de aritmética se dió por vencido, ya que el joven Leonardo, además de aprender con rapidez, cuestionaba todas las enseñanzas de su maestro.
leonardo_dibujosPor las miles de páginas que escribió como adulto y la cantidad de anotaciones, dibujos y diagramas que hizo, sabemos que le fascinaba todo lo que veía a su alrededor. El hizo muchísimas investigaciones y dibujos de la estructura interna de las alas de las aves y se preguntaba si podría construir una máquina para volar.
Leonardo vivió en una época que después se llamaría el Renacimiento y que como su nombre lo indica, hubo un nuevo despertar en las artes. Se redescubrieron la pintura, la escultura y la arquitectura  de Grecia y Roma. Florencia fue el centro de esta revolución artística y cultural y fue allí, en aquel ambiente, en el que creció Leonardo.
En Europa durante la edad media, que fue el período anterior al renacimiento, las guerras limitaron la expresión artística y sólo se conservó el arte religioso en los conventos e iglesias. En el renacimiento, la nueva sociedad se interesó por las ciencias, la música y el arte y se dedicó a leer la literatura griega y romana.
Tanto los reyes, como la iglesia y los nobles atrajeron y patrocinaron a los artistas. Florencia era una gran ciudad con comercio, bancos y mucho dinero. Allí los artistas exitosos tenían su propio taller donde contrataban niños y adolescentes como aprendices.
Leonardo, quien tenía muchas cualidades para el dibujo, fue llevado por su padre donde un artista muy importante llamado Verrocchio, éste lo recibió en su taller desde que tenía 16 años.  Allí aprendió a preparar y mezclar las pinturas y pronto comenzó a pintar al lado de su maestro.
Se cree incluso, que en una obra de Verrocchio llamada "el bautismo de Cristo", el ángel y el fondo fueron pintados por Leonardo. Dicen las anécdotas de la época, que Verrocchio se sintió tan mal al ver que el joven aprendiz pintaba mejor que él, que decidió no volver a pintar.
Cuando Leonardo tenía 20 años abrió su propio taller de pintura y escultura y aunque fue muy exitoso, 10 años más tarde solicitó al Duque de Sforza, quien era un poderoso mecenas (persona que ayudaba a los artistas) en la ciudad de Milán, también en Italia. Leonardo trabajó allí por 17 años y la mayor parte del trabajo que conocemos de él, lo realizó allí.
En Italia los tiempos cambiaron y la religión cristiana comenzó a quemar y destruir todo lo que no la representaba, así fue como muchas obras de arte, música, esculturas e instrumentos musicales, desaparecieron para siempre.
Leonardo abandonó Milán y se fue a Roma, allí, cuando contaba con 52 años pintó su famosas Monalisa. Se dice que mientras la pintaba, Leonardo tenía un taller limpio y lleno de obras de arte, en el que invitaba músicos, bufones y personas que leyeran versos para ella y evitar que ella presentara una actitud de cansancio y fastidio. Tal vez fue así como logró captar su enigmática sonrisa.
Leonardo murió en 1519 a la edad de 67 años. Ocho días antes de su muerte escribió un testamento dejando toda su obra, libros, manuscritos a Francesco Melzi, quien atesoró y cuidó su herencia. Desafortunadamente, tras su muerte, su hijo vendió el legado de su padre y la mayor parte del trabajo de Leonardo se perdió para siempre.

curiosidad:

Si quieres saber más sobre este maravilloso artista, aprovecha ahora por que la Biblioteca Nacional de Madrid abre sus puertas al público y nos permite contemplar los códices de Leonardo.

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